Como mujer estoy cansada de los que dicen llamarse hombres. Sobre todo de su actitud. Parecerá increíble pero el “macho” que conocemos está acostumbrado a llegar y correrse a su gusto todas las veces que le apetezca. Así siempre ocurre que cuando están calientes son cariñosos y cuando están saciados ni caso.
Es más. Si no lo consigue con su pareja, va y se masturba a placer sin que una pueda ni rechistar. Después cambia su humor y no tendrá ganas de nada. Se tumbará en el sofá y descansará hasta que vuelva a ponerse caliente. Entonces volverá a la carga e intentará volver a cazarte para utilizarte o a hacer sus manualidades caso que no quieras o no estés por los alrededores.
Naturalmente estás más que harta de esa manera de comportarse. Conclusión: he aprendido que si controlas la sexualidad de tu “macho” lo harás tuyo y bailará a tu ritmo. He aprendido que si no se toca estará detrás de ti como un perrito faldero. Enséñale que solo se toque cuando a ti te apetezca. Enséñale castidad sin más.
Encarcela el pene de tu “macho” y ya no tendrás que ver mas su pene hinchado buscando donde depositar su semen. En la castidad ya no se pondrá duro. Verás como babea por ti. Y ni te imaginas que añadiendo castigos y dolor a su espera lo hará volverse loco de deseo.
¿A qué es un sueño inimaginable? Pues créeme que es posible
1 comentario:
todo un mundo, que apenas conozco
Publicar un comentario