CONTROL DE
Todo hombre busca la mínima posibilidad y de las maneras más insospechadas para aliviarse cuando no está ante tu presencia. Casi siempre a escondidas. Todos contestarán que no es así, pero mienten. Mienten siempre. Por eso, debes acostumbrar al esclavo a que lleve el cinturón de manera permanente. Están tan excitados que serían capaces de eyacular en cuestión de segundos. Así que vigila de manera estricta sus movimientos.
No deben tener intimidad. Así evitarás que pueda acariciarse para aliviarse de manera rápida y sin que te des cuenta. Si ello ocurriera no deberías siquiera enfadarte de una manera rápida y sin coherencia. Tómate la situación con calma y paciencia y llévale mansamente a tu campo. Átale las manos, brazos y piernas. Se persigue que el sumiso esté completamente entregado, disponible y sobre todo vulnerable a tu merced. Y procede al castigo. Castiga con severidad y total impunidad, haciéndole ver que el castigo es necesario para su educación y para su comportamiento. No debes bajo ninguna circunstancia tener el más mínimo atisbo de sentimiento de culpabilidad por el castigo a imponer. Al contrario, él ha faltado a tu normas y a tu respeto. Él te pertenece. Eres la dueña de su vida y por lo tanto debes ser muy dura y muy severa para recordarle quién es, cual es su cometido, su sitio y hacerle ver con claridad que no tiene voluntad. Y que por supuesto Te pertenece a ti.
El día. Durante el día el cinturón suele apretar y molestar. No debes preocuparte. Los cinturones están diseñados médicamente y no causan heridas. Que frecuentemente se ponga cremas o vaselinas para que la piel pueda nutrirse. El estar apretado conlleva un dolor y castigo permanente lo que le obliga a intentar no pensar en excitarse. Es un buen aditivo para que esté permanente pensando en ti como dueña y propietaria de su ser.
Si se diera el caso de aliviar el cinturón de manera circunstancial debe
1 comentario:
me parece que no me va a gustar si un día una chica quiere una relación así, es demasiado (para mí)
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